Gladiador romano

Definición

Mark Cartwright
por , traducido por Agustina Cardozo
Publicado el 03 mayo 2018
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Disponible en otros idiomas: inglés, francés, coreano, portugués
Common Types of Gladiators in Ancient Rome (by Simeon Netchev, CC BY-NC-SA)
Tipos comunes de gladiadores en la antigua Roma
Simeon Netchev (CC BY-NC-SA)

Un gladiador romano era un antiguo luchador profesional que solía estar especializado en determinadas armas y tipos de armadura. Luchaban ante el público en juegos organizados muy populares que se celebraban en grandes arenas construidas a tal efecto en todo el Imperio romano desde el año 105 a.C. hasta el 404 d.C. (competiciones oficiales).

Como los combates solían ser a muerte, la esperanza de vida de los gladiadores era muy corta, por lo que, aunque en algunos aspectos era una profesión glamorosa, la mayoría de los combatientes eran esclavos, antiguos esclavos o prisioneros condenados. Sin duda, los espectáculos de gladiadores eran una de las formas de entretenimiento popular más vistas en el mundo romano.

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Orígenes etruscos

Los romanos se vieron influidos por sus predecesores en Italia, los etruscos, en muchos aspectos. Por ejemplo, en el uso del sacrificio de animales para adivinar el futuro, el uso de las fasces simbólicas y la organización de juegos de gladiadores. Los etruscos asociaban estas competencias con los ritos de la muerte, por lo que tenían un cierto significado religioso. Aunque los primeros concursos de gladiadores romanos organizados de forma privada en el año 264 a.C. eran para conmemorar la muerte de un padre, los concursos oficiales posteriores descartaron este elemento. Sin embargo, los vestigios del origen religioso se mantuvieron en el acto de rematar a los gladiadores caídos. En este caso, un asistente daba un golpe en la frente del herido. El asistente llevaba un traje que representaba a Hermes, el dios mensajero que escoltaba las almas al inframundo, o a Charun (el equivalente etrusco). La presencia del propio emperador divino, acompañado de los sacerdotes y de las vírgenes vestales, también daba un cierto aire pseudorreligioso a las contiendas.

Los juegos de gladiadores eran un entretenimiento sangriento y los concursos de gladiadores eran literalmente una cuestión de vida o muerte.

Los reyes del entretenimiento

Los juegos de gladiadores romanos eran una oportunidad para que los emperadores y los aristócratas ricos mostraran su riqueza a la población, para conmemorar las victorias militares, marcar las visitas de funcionarios importantes, celebrar los cumpleaños o simplemente para distraer a la población de los problemas políticos y económicos de la época. El atractivo de los juegos para el público era el entretenimiento sangriento y la fascinación que ejercían las competencias que eran literalmente una cuestión de vida o muerte. En todo el Imperio romano se celebraban eventos enormemente populares en grandes estadios; el Coliseo (o Anfiteatro Flavio) era el más grande de todos. Treinta, cuarenta o incluso cincuenta mil espectadores de todos los sectores de la sociedad romana acudían a entretenerse con espectáculos sangrientos en los que se cazaban animales salvajes y exóticos, se ejecutaba a los prisioneros, se arrojaba a los leones a los mártires religiosos y las estrellas del espectáculo, símbolos de las virtudes romanas del honor y el valor, los gladiadores, empleaban todas sus habilidades marciales en un concurso de matar o morir. Es un error popular decir que los gladiadores saludaban al emperador al principio de cada espectáculo con la frase ¡Ave imperator, morituri te salutant! (¡Salve, emperador, los que van a morir te saludan!), cuando en realidad esta frase la decían los prisioneros que iban a morir en los simulacros de batallas navales (naumachia), que también se celebraban en las arenas en ocasiones especiales.

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Gladiator Relief
Relieve de gladiadores
Carole Raddato (CC BY-SA)

La mayoría de los gladiadores procedían de un entorno esclavo o criminal, pero también muchos prisioneros de guerra eran obligados a actuar en las arenas. También hubo casos de aristócratas en bancarrota que se vieron obligados a ganarse la vida con la espada; por ejemplo, Sempronio, un descendiente del poderoso clan de los Gracos. También cabe destacar que, hasta que Septimio Severo lo prohibió en el año 200, las mujeres podían luchar como gladiadoras. En todo el Imperio se crearon escuelas especiales de gladiadores; la propia Roma contaba con tres cuarteles de este tipo y Capua era especialmente famosa por los gladiadores que allí se producían. Los agentes recorrían el imperio en busca de gladiadores potenciales para satisfacer la creciente demanda y llenar las escuelas de entrenamiento, que debían tener una fenomenal rotación de luchadores. Las condiciones en las escuelas eran similares a las de cualquier otra prisión, pequeñas celdas y grilletes para todos, sin embargo, la comida era mejor (por ejemplo, cebada fortificada), y los aprendices recibían la mejor atención médica posible; después de todo, eran una inversión costosa.

El gladiador tracio tenía una espada corta curva (sica) y un escudo cuadrado o redondo muy pequeño (parma).

Armadura y armas

El término gladiador deriva del latín gladiatores en referencia a su arma principal, el gladius o espada corta. Sin embargo, había una amplia gama de otras armas empleadas en las competencias de gladiadores. Los gladiadores también llevaban armadura y sus cascos, en particular, eran objetos de gran manufactura, sumamente repujados con motivos decorativos y crestas con plumas de avestruz o pavo real. Las armas y las armaduras dependían de la clase a la que pertenecía el gladiador. Había cuatro clases principales:

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  • El samnita
  • El tracio
  • El murmillo
  • El reciario

La clase samnita recibía su nombre de los grandes guerreros samnitas que Roma había combatido y vencido en los primeros años de la República. Curiosamente, los romanos, al menos en los primeros tiempos, utilizaban gladiador y samnita como sinónimos, lo que sugiere un origen alternativo al etrusco para estas contiendas. El más armado, el samnita, tenía una espada o lanza, un gran escudo cuadrado (scutum) y una armadura protectora en el brazo derecho (espada) y la pierna izquierda. El gladiador tracio tenía una espada corta curva (sica) y un escudo cuadrado o redondo muy pequeño (parma) que se sujetaba con el puño para desviar los golpes. El gladiador murmillo era conocido a veces como el hombre pez, ya que tenía una cresta en forma de pez en su casco. Al igual que el samnita, llevaba una espada corta y un scutum, pero su armadura consistía únicamente en almohadillas en brazos y piernas. El reciario no tenía casco ni armadura, salvo una pieza acolchada en el hombro, y llevaba una red lastrada. Intentaba enredar a su oponente lanzando la red y luego apuñalaba con su tridente.

Los gladiadores luchaban en combinaciones particulares, normalmente para contrastar clases más lentas y con mayor armadura, como el murmillo, con gladiadores más rápidos y menos protegidos, como el reciario. Había muchos otros tipos de gladiadores menores con diversas combinaciones de armas y armaduras, y los nombres cambiaron con el tiempo; por ejemplo, "samnita" y "galo" pasaron a ser políticamente incorrectos cuando estas naciones se aliaron. Otros tipos de combatientes eran los arqueros, los boxeadores y los bestiarii, que luchaban contra los animales en las cacerías de fieras.

Samnite Gladiator Helmet
Casco de un gladiador samnita
British Museum (Copyright)

Ganadores y perdedores

Aquellos que no tenían entusiasmo para luchar eran engatusados por su jefe (lanista) y su equipo de esclavos que blandían látigos de cuero o barras de metal al rojo vivo. Sin duda, los rugidos indignados de los 40.000 espectadores y los implacables ataques del adversario también convencieron a muchos de luchar hasta el final. Hubo casos de negativa a luchar. Quizá uno de los más famosos fue el de los juegos de gladiadores organizados por Quinto Aurelio Símaco hacia el año 401 d.C., cuando los prisioneros germanos que debían luchar decidieron estrangularse en sus celdas en lugar de ofrecer un espectáculo al pueblo romano.

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El gladiador perdedor, si no moría directamente, solía pedir clemencia soltando su arma y su escudo y levantando un dedo. Su adversario podía entonces decidir ser indulgente, aunque, como existía un riesgo importante de volver a encontrarse en la arena, se consideraba una buena práctica profesional matar a tu oponente. Si el emperador estaba presente, era él quien decidía, aunque la multitud intentaba sin duda influir en su juicio agitando paños o haciendo gestos con las manos: los pulgares levantados y los gritos de ¡Mitte! significaban "déjalo ir", los pulgares hacia abajo (pollice verso) y ¡Iugula! significaban "ejecútalo".

Los vencedores de las contiendas, sobre todo los que tenían muchos combates a sus espaldas, se convertían en los favoritos de la multitud y, como indican los grafitos que se conservan en los edificios romanos, eran especialmente populares entre las mujeres: eran frecuentes los casos de aventuras con damas aristocráticas e incluso de fugas. Los grafitos de Pompeya ofrecen una visión fascinante de cómo veía el público a los gladiadores: Oceanus "la elección de la camarera" u otro fue descrito como decus puellarum, suspirium puellarum (el deleite y la alegría suspirada de las chicas) y también se dejó registro de cuántas victorias alcanzaron algunos: Petronio Octavio, 35 (la última); Severo, 55; Nascia, 60. Sin embargo, hay que señalar que la media era mucho más baja e incluso había algunos juegos en los que los vencedores luchaban contra otros vencedores hasta que solo quedaba un gladiador en pie. Las recompensas más significativas por ganar la contienda incluían la prestigiosa rama de palma de la victoria, a menudo una corona, un plato de plata con el dinero y quizás, tras años de victorias, incluso la libertad.

Roman Gladiator Mosaic
Mosaico de un gladiador romano
Carole Raddato (CC BY-SA)

El emperador Cómodo (180-192 d.C.) era lo suficientemente entusiasta y loco como para competir él mismo en la arena de los gladiadores.

Gladiadores famosos

Quizás el gladiador más famoso de todos fue Espartaco, que lideró una revuelta de gladiadores y esclavos de Capua, la principal productora de gladiadores, en el año 73 a.C. Procedente de Tracia, el antiguo soldado romano se había convertido en bandido hasta que fue capturado y entrenado a la fuerza como gladiador. Él y setenta compañeros escaparon de su escuela de entrenamiento y montaron un campamento defensivo en las laderas del Vesubio. Asediados, huyeron de su posición y recorrieron la campiña de Campania, reuniendo seguidores a su paso y convirtiéndolos en una eficiente fuerza de combate. En su lucha hacia el norte, hasta los Alpes, Espartaco demostró un gran liderazgo militar al derrotar a cuatro ejércitos romanos en no menos de nueve ocasiones. Sin embargo, lejos de ser un santo, cuando un amigo murió en la batalla, Espartaco, siguiendo la antigua costumbre, organizó que trescientos prisioneros romanos lucharan en concursos de gladiadores en honor a su compañero caído. Tras dos años de revuelta, los ejércitos de Marco Licinio Craso finalmente acorralaron y aplastaron a los rebeldes en Apulia, en el sur de Italia. Como advertencia para los demás, 6000 de los prisioneros fueron crucificados a lo largo de la Vía Apia entre Capua y Roma. Otra consecuencia de este inquietante episodio fue que, a partir de entonces, se controló estrictamente la cantidad de gladiadores que eran propiedad de ciudadanos privados.

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Otro gladiador famoso fue, de hecho, un amateur. El emperador Cómodo (que reinó del 180 al 192 a.C.) era lo suficientemente entusiasta y loco como para competir él mismo en la arena; de hecho, incluso se rumoreó que era hijo ilegítimo de un gladiador. Se podría argumentar que Cómodo era un profesional, ya que se aseguraba de cobrar un fantástico salario por sus apariciones en el Coliseo. Sin embargo, es poco probable que Cómodo, que se solía vestir como Mercurio, se viera alguna vez en verdadero peligro durante los cientos de contiendas que disputó en la arena, y su participación más frecuente fue como matarife de animales salvajes, normalmente desde una plataforma protegida utilizando un arco.

Commodus
Cómodo
Mark Cartwright (CC BY-NC-SA)

El fin del espectáculo

Los concursos de gladiadores, en desacuerdo con el nuevo Imperio de mentalidad cristiana, llegaron finalmente a su fin en el año 404 d.C. El emperador Honorio había cerrado las escuelas de gladiadores cinco años antes y la gota que colmó el vaso de los juegos fue que un monje de Asia Menor, un tal Telémaco, saltó entre dos gladiadores para detener el derramamiento de sangre y la multitud indignada apedreó al monje hasta la muerte. En consecuencia, Honorio prohibió formalmente los concursos de gladiadores, aunque los criminales condenados continuaron con las cacerías de animales salvajes durante aproximadamente otro siglo. Muchos romanos lamentaron la pérdida de un pasatiempo que formaba parte del tejido de la vida romana, pero el fin de todo lo romano estaba cerca, ya que solo seis años después, los visigodos dirigidos por Alarico saquearían la propia Ciudad Eterna.

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Bibliografía

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Sobre el traductor

Agustina Cardozo
Agustina es traductora pública (inglés/español), uruguaya, con estudios avanzados de Lingüística. Sus áreas de experiencia como traductora son la traducción biosanitaria y la traducción jurídica. Le interesan la Historia y las humanidades en general.

Sobre el autor

Mark Cartwright
Mark es un autor, investigador, historiador y editor a tiempo completo. Se interesa especialmente en arte, arquitectura, así como en descubrir las ideas compartidas por todas las civilizaciones. Tiene una maestría en filosofía política y es el director de publicaciones en World History Encyclopedia.

Cita este trabajo

Estilo APA

Cartwright, M. (2018, mayo 03). Gladiador romano [Roman Gladiator]. (A. Cardozo, Traductor). World History Encyclopedia. Recuperado de https://www.worldhistory.org/trans/es/1-432/gladiador-romano/

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Cartwright, Mark. "Gladiador romano." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. Última modificación mayo 03, 2018. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-432/gladiador-romano/.

Estilo MLA

Cartwright, Mark. "Gladiador romano." Traducido por Agustina Cardozo. World History Encyclopedia. World History Encyclopedia, 03 may 2018. Web. 03 may 2024.

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